Cuando el viento deje de azotar la tierra,
y quede del árbol tan solo el tronco desnudo,
cuando la lluvia deje de caer sobre la arena,
entonces yo volveré.
Cuando caiga el último pétalo de las azucenas
y no quede sobre el mundo una sola flor,
cuando el desierto llame a tu misma puerta,
entonces yo volveré.
Volveré para quebrar en mil pedazos la osamenta
de los infelices que soñaron con el amor,
volveré para bailar sobre la esperanza muerta
bajo la tenue luz del postrero rayo del sol
y cuando se pudra el ultimo fruto sobre la huerta,
entonces, solo entonces, daré la vuelta y me iré.
Zero Juglar Junio-2011