Aquel viejo buque que antaño fuera
orgulloso navegante de mil mares
rendido hoy al cúmulo de mil pesares
quebrado el mástil y arriada su bandera
tiempo ha que amarrado en su dique espera
la mano experta que su rumbo ampare
en un viaje infinito a ninguna parte
abandonando en el puerto su vida entera
Cuando al dique ya solo vinculado
por la memoria de un feliz recuerdo
en un momento perdido en el pasado
cruje el casco ante su futuro cierto
mientras por un viejo corazón tripulado
rumbo a la última tormenta ya está
muerto.
Zero Juglar Diciembre 2014